Desde hace varios años los precios de los alimentos según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) se encuentran en un descenso constante, con miras a ser los precios más bajos desde hace siete (7) años. El promedio de precios de los alimentos se mide a través de cinco grupos principales: aceites vegetales, productos lácteos, cereales, carne y azúcar. El índice del precio nominal de los alimentos ha registrado un descenso desde el 2012 hasta el 2015 en un 24.4%, siendo los cereales el alimento con la disminución de precios más notable, con una caída aproximada del 40%.

Al observar los valores mensuales del índice del 2015, comenzando enero con un valor de 178.59 y culminando en diciembre con 153.4, se observa que el mismo disminuyó en un 14.25%. Desde el punto de vista del análisis por tipo de alimentos, las carnes registraron un descenso de 18.25%, los productos lácteos de 13.98%, los cereales de 14.54%, los aceites vegetales de 9.29% y el azúcar de 4.54%.

Algunos de los principales factores que han incidido en los bajos precios de los alimentos se relacionan con la abundancia de los suministros agrícolas a nivel mundial, la apreciación del dólar estadounidense y la desaceleración del crecimiento económico mundial. Otros factores como las condiciones climáticas, la competencia del mercado y las reservas privadas, afectan de igual manera el comportamiento de los precios de los alimentos.

Brasil, como principal productor y exportador de azúcar del mundo, mejoró las condiciones de sus cultivos. Por otro lado, la abundancia de suministros de productos lácteos, unido a una demanda mundial de importaciones, incidió en la reducción de precios de los mismos. En cuanto al índice de precios de la carne, este disminuyó especialmente por un aumento de almacenamiento por parte de la Unión Europea.