Sala-i-Martín y la Competitividad en República Dominicana

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En el marco de la próxima visita del profesor Sala-i-Martín a República Dominicana, invitado por la Asociación de Puestos de Bolsa a la conferencia magistral “Mercado de Valores, Motor de Competitividad”, resulta interesante revisar la trayectoria y los aportes del economista que perfila ser un futuro ganador del Premio Nobel de la Academia Sueca.


Nacido en España y de nacionalidad estadounidense, Xavier Sala-i Martín es doctor en economía por la Universidad de Harvard, actualmente catedrático de la Universidad de Columbia, asesor del World Economic Forum (WEF), colaborador del periódico “La Vanguardia” y autor de varios libros sobre crecimiento económico y liberalismo. Adicionalmente, es fundador y Presidente de Umbele: Un Futuro Para África, una ONG para el desarrollo económico de dicho continente. También ha sido consultor en el Fondo Monetario Internacional y en el Banco Mundial  e investigador en el Centro de Investigación de Política Europea en Londres.


Además de introducir por primera vez en su tesis doctoral (1990) el término de “convergencia condicional”, que es hoy en día uno de los fundamentos universales en el análisis del crecimiento económico, es el padre intelectual del Índice de Competitividad Global (Global Competitiveness Index) construido anualmente por el WEF, reporte del que Sala-i Martín se mantiene como editor en jefe.


 Competitividad y Mercado Financiero en República Dominicana


El Índice Global de Competitividad 2015-2016 fue publicado el pasado mes de septiembre por el WEF, en el que se analizan diferentes países y regiones del mundo en materia de competitividad.


El reporte define competitividad como “el conjunto de instituciones, políticas y factores que determinan la productividad de una economía, que a su vez establecen el nivel de prosperidad que dicho país puede alcanzar”. Para la construcción del índice se evalúan tres áreas generales: los requerimientos básicos, el nivel de eficiencia y la innovación, cada una con sus respectivas sub-divisiones, para un total de 12 pilares, cuya ponderación otorga un ranking a cada país, siendo 1 la mejor calificación posible.


Actualmente, República Dominicana se coloca en la posición 98 de 140 países, avanzando del lugar 101 que ocupó en el reporte anterior. No obstante, al compararnos con la América Latina y el Caribe, nos encontramos inferior a la media; estando por debajo de nosotros sólo Argentina, Nicaragua, Bolivia, Paraguay, Venezuela y Haití.  Chile (35), Panamá (50) y Costa Rica (52) figuran como los líderes de la región. La mayor debilidad de RD es la falta de un ecosistema de innovación y sofisticación, la fragilidad de las instituciones y la calidad de la educación, indicadores que nos sitúan en el lugar 118, 112 y 104, respectivamente.


En mayo del 2015, Margareta Drzeniek, también representante del World Economic Forum, estuvo en el país para la presentación del informe “Cierre de la Brecha de Competitividad a través de la Formación Técnica e Innovación en América Latina”. En esta oportunidad la especialista citó que mejorar el marco macroeconómico e institucional, impulsar una cooperación público-privada más estrecha y desarrollar programas educativos eficientes son factores claves que necesita el país para cerrar la brecha de competitividad, además de resaltar que lo más importante es empezar con pequeños pasos en áreas particulares.


Para que el sistema financiero dominicano logre su desarrollo potencial, el tema de la competitividad es esencial, ya que ambos factores se retroalimentan entre sí: si la competitividad es baja, el desarrollo financiero se ralentiza; y si el sector financiero se estanca, la competitividad se desacelera. En este sentido, el mercado de valores del país apunta a seguir fortaleciéndose, lo que demuestra la confianza de los inversores en nuestro mercado, que a su vez serviría de impulso para aumentar la competitividad financiera de República Dominicana. De hecho, actualmente el valor del monto en circulación en diferentes instrumentos asciende a RD$595,0000 millones. Esta cifra representa aproximadamente el 23% del PIB nacional.


Tanto la innovación como el capital humano de calidad son fundamentales para que este esquema de competitividad continúe mejorando. La posición geográfica de nuestro país nos ofrece una ventaja comparativa natural, sin embargo, no es suficiente para competir con el resto del mundo. Como demuestra la literatura económica, la diferencia en productividad es el principal determinante de la brecha de prosperidad entre países, por lo que el impulso del nivel productivo debe ser un punto central en las agendas políticas de países como República Dominicana.