La prosperidad socioeconómica y el desarrollo de las telecomunicaciones

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El período electoral pasado en la República Dominicana sirvió de marco para que el presidente actual y reelecto para el próximo término, Danilo Medina, presentara la propuesta del proyecto República Digital. El mismo buscará optimizar la calidad y ampliar el alcance geográfico del aprendizaje digitalizado y la conexión a internet en aras de mejorar los niveles de educación y la operación de las empresas locales. De esta propuesta, surge la necesidad de analizar a groso modo las condiciones de las tecnologías de la información y comunicación (TIC) del país. El mercado de las telecomunicaciones, especialmente el internet, es relativamente nuevo en nuestro país. El auge comercial y el uso de internet para asuntos cotidianos empezaron a tomar fuerzas a principios de los 1990. No obstante, no fue hasta en finales de esta década y principios de siglo XXI cuando la industria despegó masivamente.


República Dominicana no es líder en este sector, y al no serlo, la evolución ha sido más tardía que en países que sí lo son. Para el año 2001, la fuente de datos del Banco Mundial indica que apenas el 4.4% de la población utilizaba el internet y existían apenas 14 celulares por cada 100 personas. Para 2014, ambas cifras se encontraban en 49.6% y 79 unidades por cada 100 personas respectivamente. Las suscripciones a las líneas fijas de banda ancha aumentaron entre 2004 y 2015 de 0.17 a 5.41 por cada 100 personas, una cifra 30 veces mayor. Estos números indican que la República Dominicana como sociedad ha adoptado el uso de las comunicaciones como parte crucial de la vida cotidiana. Estos aumentos responden a una tendencia internacional de consumo y utilización de servicios de telecomunicación como forma de aprendizaje, mejorar las relaciones comerciales, o forma de comunicación.


Si bien se entiende que la sociedad dominicana ha aumentado considerablemente su consumo de bienes y servicios provenientes de este sector, ¿tiene nuestro país la necesidad de seguir desarrollando y aumentando el poder del mismo? Las estadísticas aseguran que sí. Países como Noruega, Islandia y Dinamarca tienen porcentajes de usuarios de internet entre 96.0% y 99.0%. Estos son líderes estables en indicadores relacionados a la economía, salud, educación y desarrollo. Incluso, las cinco naciones con mayor cantidad de servidores seguros para transacciones a través del internet son Islandia, Liechtenstein, Luxemburgo, Mónaco y Suiza, todos con indicadores económicos y sociales con los que la República Dominicana no puede competir actualmente. Irónicamente, todos son considerablemente más pequeños que nuestro país. Un caso aún más drástico es el de estados como Hong Kong y Macao, donde el promedio de celulares por persona es de 2.2 y 3.2 respectivamente. Si bien poseer tres celulares no es necesariamente algo que un ser humano promedio necesite para subsistir, esto es simplemente un reflejo de que el desarrollo de la industria de las TIC (Tecnologías de la Información y la Comunicación) ha sido clave para el éxito económico de estos países.


Ahora, ¿dónde sitúan las estadísticas a nuestro principal socio comercial, Estados Unidos? La data estadística del Banco Mundial indica que, en los Estados Unidos el 49% de la población era usuaria de internet. Catorce años después, nosotros alcanzamos apenas ese 49% que Estados Unidos alcanzó en 2001, mientras la misma nación alcanzó el 87.1%. A esto, se agrega el hecho de que las exportaciones de servicios de TIC han representado para EUA entre un 19.8% y un 23.4% entre 2000 y 2014, y que tanto sus importaciones como exportaciones de bienes TIC han representado entre el 9% y el 18% de las exportaciones totales de bienes en el mismo período. ¿Qué implica que para nuestro principal socio comercial, este sector sea vital en su economía? Precisamente que debemos estar a la vanguardia para garantizar mejores negociaciones. El intercambio efectivo de bienes y servicios TIC y la buena implementación de los mismos es un motor crucial para el desarrollo nacional.


Existe campo para crecer en esta industria. El alcance geográfico de las TIC en nuestro país va en constante expansión, y se debe velar porque continúe esa tendencia. No obstante, no es solo aumentar el alcance, sino garantizar una buena implementación, en aras a mejorar los indicadores socioeconómicos de la nación.