Comercio electrónico: Oportunidad para el desarrollo de las PyMEs

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Con el pasar de los años se han incorporado más posibilidades para un país de buscar herramientas o impulsar sectores que incrementarán de una u otra forma su crecimiento económico y social. Los países en vías de desarrollo deben aprovechar en mayor medida las oportunidades que el mundo tecnológico coloca a su alcance. De hecho, el éxito de gran parte de los países desarrollados tiene origen en el impulso de las tecnologías de la información y las comunicaciones (TIC).


Las TIC no se desarrollan a corto plazo, pues es un proceso de mediano y largo plazo. De hecho, se requiere de una infraestructura eficiente en los sectores telecomunicaciones, transporte, eléctrico, así como de iniciativas por parte del gobierno, para garantizar protección, confidencialidad de datos y propiedad intelectual. Para lograrlo, se pueden establecer alianzas público-privadas para impulsar aún más el desarrollo tecnológico de un país.


Los beneficios de usar las TIC para el desarrollo social y económico de los países en desarrollo son numerosos, y las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) pueden ocupar un papel fundamental en relación a ello. Uno de los usos más significativos de las TIC actualmente ha sido en el comercio electrónico. Pequeños y medianos empresarios, así como personas emprendedoras, pueden desarrollar sus negocios beneficiándose de las TIC, pues en la mayoría de los casos aumentan su productividad (reduciendo costos de transporte, transaccionales, de infraestructura, entre otros) bien sea que se encuentren en una región o comunidad lejana de un mismo país.


En este sentido el Estado debe mejorar considerablemente los canales de comunicación a nivel nacional e internacional, para así lograr incrementar la competitividad empresarial. Pareciera que República Dominicana comienza a mostrar más interés en el tema, sobre todo con la República Digital, propuesta por el presidente Danilo Medina, el cual busca aprovechar el potencial de la “industria del software” para generar mejores oportunidades al país.


La expansión del uso de internet resulta clave para impulsar el comercio electrónico. En República Dominicana, según datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadísticas (ONE), el porcentaje de hogares con servicio de internet se ha incrementado desde el 2011 en 12%, para ubicarse al cierre 2015 en 23.6% del total de hogares encuestados (31,927 hogares). Sin embargo, no basta en enfocarse en incrementar dicho porcentaje de penetración de uso de internet, pues resulta clave el hecho de que funcione eficientemente sin interrupciones. Esto se puede lograr a través de las empresas privadas de telecomunicaciones, en las cuales descansa una parte de la responsabilidad, pues deben mantener sus plataformas operativas con miras a invertir constantemente en estas, para lograr mantenerse en la vanguardia sin atrasos significativos.


El número de personas con teléfonos celulares también resulta clave para el crecimiento del comercio electrónico. En este sentido, según la ONE, para el 2015 casi el 90% de la población dominicana poseía por lo menos un celular. Esto, unido al hecho del buen funcionamiento del internet, les permite a las Pymes impulsar aún más la comercialización de sus productos o servicios.


Cada día son más las aplicaciones con las que se encuentra una persona, que les facilitan la ejecución de sus transacciones de consumo, cambiando los hábitos tradicionales de compra. En la medida que dichas aplicaciones garanticen protección de privacidad y seguridad, los usuarios tendrán mayor confianza en el proceso de compras en línea, incentivando con ello que un número más significativo de PyMEs se sigan uniendo al espectro de empresas comercializadoras del país donde se establezcan, llevando incluso sus productos o servicios a distribuirse a nivel internacional de una manera más cómoda.


Definitivamente el comercio electrónico aumentará más su participación en el modelo de consumo de un país, en la medida que existan políticas bien orientadas por parte del gobierno en alianza con el sector privado. Estas políticas deben facilitar, desde temprana edad, el acceso y uso correcto de las TIC, permitiendo con ello el desarrollo de espacios que permitan a un sin número de personas emprendedoras, desarrollar sus talentos e iniciar sus propios negocios.