Abundancia de petróleo ¿rumbo a la escasez?

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Desde mediados de 2014, se ha visto una alta volatilidad en los precios del petróleo con una tendencia general a la baja. Aunque muchos factores influyen en este fenómeno, uno de los más determinantes es la sobreproducción de petróleo a nivel mundial. Para marzo 2016, la producción global fue de 92,553 millones de barriles diarios (bbl/d), liderado por Estados Unidos con 23.15% de la producción, Arabia Saudita con 19.87% y Rusia con 18.75%.


Sin embargo, si el mercado entiende que existe una sobreoferta de petróleo, ¿por qué se mantiene una abundancia de petróleo? La realidad es que los grandes productores del crudo quieren mantener su poder de mercado, sin importar las consecuencias en el mismo.


En el caso de la mayoría de los países productores, el deseo de mantenerse en competencia vino impulsado por el rápido incremento en la oferta del crudo por parte de Estados Unidos, la cual creció considerablemente después de la crisis financiera de 2008. Previo a la crisis, se producían 6,226 millones (bbl/d). Actualmente, el país anglosajón produce 7,691 millones más que en ese momento (duplicó su producción), dando a entender que la producción del oro negro fue una de sus vías para escapar de la crisis.


Pero, los demás países no pueden seguir intentando competir con Estados Unidos porque no pueden mantener los altos niveles de producción a los precios actuales. Como ejemplo tenemos los casos de Arabia Saudita y Venezuela.


Arabia Saudita es el segundo mayor productor del crudo, y sus aspiraciones a sobrepasar a Estados Unidos se vieron reflejadas en su deuda pública, la cual tuvo un incremento de 285% y pasó de ser un 1.57% de su PIB a un 5.8%.


En el caso de Venezuela, el país está sufriendo las consecuencias de un ciclo vicioso, en el que la falta de flujo de caja reduce la producción de petróleo y a su vez, la poca producción de petróleo genera una reducción en las divisas. La baja en la producción del crudo para este país se está traduciendo en una reducción de los contratos firmados entre las petroleras y Venezuela, el cual trata de buscar socios más eficientes en comercio.


Pero más allá del impacto en el poder de mercado de estos competidores, la caída en los precios de petróleo, ha provocado que las perforadoras de todo el mundo recorten a mínimos los presupuestos para proyectos de exploración (de US$100 mil millones en 2014 a US$40 mil millones en 2016). Como resultado, en 2015 sólo se descubrieron 2,700 millones de barriles de suministro nuevo, siendo el volumen más bajo desde 1947.


Debemos de entender que las empresas petroleras producen en base al petróleo extraído. Una vez que se agote el crudo de una excavación, se pasa a otras para seguir extrayendo. Habiendo dicho esto, una de las áreas de enfoque de las empresas petroleras es encontrar nuevos hallazgos mediante nuevas expediciones. Pero, si los precios del crudo han hecho que el presupuesto de esta área se haya reducido, entonces ¿de dónde se seguirá extrayendo el petróleo?


Hasta que no se logre un acuerdo para detener la sobreproducción actual, los precios no se elevarán y, por lo tanto, las empresas petroleras no podrán destinar un mayor porcentaje de su presupuesto a nuevas expediciones.


Pero, para que el acuerdo exista tiene que haber una cooperación de todos los productores, lo cual algunos países no están dispuestos a hacer. Irán, por ejemplo, tiene la intención de incrementar su producción de crudo hasta recuperar la cuota de mercado que tenía en 2011-2012 cuando fue sancionado por la ONU. Por otro lado, Estados Unidos, aparenta seguir incrementando su producción, ya que se aumentan las plataformas petroleras, las cuales se elevaron a 414 a septiembre 2016. Si bien, hace una semana, países como Arabia Saudita y Rusia llegaron a un acuerdo para estabilizar el mercado, lo ideal sería que todos los países trabajaran en conjunto para el mismo fin.


Claro, esto no tendrá un efecto en el corto plazo porque los inventarios son elevados y los países están extrayendo crudo de yacimientos descubiertos en los años anteriores, pero ese petróleo se agotará y no se están explorando nuevos yacimientos para asegurar la demanda futura. De no hacer las modificaciones especificadas aquí, las consecuencias de la abundancia del mercado actual, según las estadísticas de la Agencia Internacional de Energía (IEA), se traducirán en una escasez de petróleo mundial, la cual para 2021 se pronostica que sea de -1.1 mil millones de barriles diarios.