La primera ministra, Theresa May, de Gran Bretaña hace su primera visita oficial fuera de Europa, luego de las votaciones por el Brexit, y su destino es nada más y nada menos que la India. En la actualidad la India es una de las primeras opciones para los oficiales británicos en su búsqueda de nuevos mercados para cuando este deje de pertenecer a la Unión Europea. El comercio entre ambos países tuvo un valor de US$16 millones en el 2015, y Gran Bretaña es responsable de un 9% del total de inversión extranjera en la India durante los últimos 15 años.

Esta relación entre ambos países tiene un gran futuro, principalmente debido a que la India se encuentra en un proceso de mayor apertura y es una de las economías con mayor crecimiento en la actualidad. "Gran Bretaña necesitará vínculos comerciales muy fuertes con algunos de los grandes mercados, y creo que la India, junto con China, [es] probablemente el mercado más buscado", dijo Mihir Kapadia, CEO de Sun Global Investments, con sede en Londres.

Del mismo modo la India tiene mucho en juego, ya que alrededor de 1.5 millones de indues viven en Gran Bretaña, y compañías como Tata Group (dueños de Jaguar, Land Rover y Tetley Tea) emplean más de 100,000 personas en el país.

Mantener ese vínculo vivo figurará en lo alto de la agenda del gobierno indio en sus conversaciones con la primera ministra May. Los cambios en las reglas de visa que hacen más difícil para los estudiantes extranjeros trabajar en el Reino Unido después de la graduación dio lugar a una caída del 50% en las solicitudes indias a las universidades británicas durante el año pasado.

Se espera que esta visita ayude a crear las bases para negociaciones desde el presente hasta el futuro lejano. A pesar de esto, cualquier acuerdo entre ambos países deberá esperar a que se efectúe el Brexit para poder iniciar.