Mercado de Valores: Reto a la Banca Tradicional

wp_286117_Business-Plan.jpg

El mercado de valores, como nuevo espacio donde las personas pueden invertir/ahorrar, representa un reto importante para la banca tradicional en República Dominicana.

La banca tradicional no es compleja. Los hogares y empresas ahorran en forma de depósitos, y los bancos destinan estos fondos a 1) prestar a otros hogares y empresas, y 2) hacer inversiones (bonos principalmente en República Dominicana). La rentabilidad de la banca está entonces (simplificando de manera importante) en la diferencia entre la rentabilidad que se ofrece a los depósitos y la rentabilidad de los préstamos y las inversiones que se logran colocar.

En un mercado financiero incipiente, la banca tradicional es una de las pocas alternativas de las personas para ahorrar, pero el desarrollo de un mercado de valores cambia esto radicalmente. Ahora los ciudadanos comunes tenemos acceso a participar, muchas veces con ventajas explícitas (programa de pequeños inversionistas de la Superintendencia de Valores), en la subasta de títulos con altos rendimientos, y en operaciones bastante interesantes directamente con los puestos de bolsa.

Viendo lo anterior, esperaríamos que con el pasar del tiempo las personas físicas opten por prescindir del intermediario e ir directo a la inversión que este hubiese hecho en su lugar (con un margen de por medio). Esto de hecho ya ha pasado y se evidencia en las estadísticas: A diciembre de 2016 las personas físicas tenían valores a su nombre registrados en el Depósito Centralizado de Valores (CEVALDOM) por RD$94 mil millones.

En la banca tradicional, las personas físicas tenían depósitos (a plazo y certificados) por RD$349 mil millones al cierre de diciembre 2016. Estos depósitos tuvieron ese mes una rentabilidad promedio de 4.5% (depósitos a plazo) y 7.37% (certificados financieros), según estadísticas de la Superintendencia de Bancos. Aunque no se manejan estadísticas públicas de todas las transacciones a través del mercado de valores, este autor puede dar testimonio de que operaciones sencillas con algunos de los puestos de bolsa principales del país devengan retornos de 9%-9.75% anualizado, aún al invertir poco capital (< RD$50,000) a plazos menores de un año.

El reto a la banca es claro: La migración de los capitales desde los certificados y depósitos a plazo tradicionales hacia el mercado de valores es inminente; uno de los pocos factores que sirve como freno a esto es la muy documentada falta de educación financiera en el país, pero ya por suerte un diagnóstico importante ha sido hecho por el Banco Central, y se notan los esfuerzos a través de iniciativas como la Semana Económica y Financiera.

¿Cómo los bancos responderán a este reto? Innovación financiera, nuevos productos, atención proactiva al cliente, buenos servicios digitales (aquí el mercado de valores no compite de manera importante porque las operaciones son aún muy manuales), alianzas estratégicas entre instituciones (o fusiones explícitamente). Se nota que, a diferencia de los principales bancos del país, que tienen la mayoría de las nóminas (públicas y privadas), y un costo de fondeo (tasa de retorno para el cliente) bajo, el resto del sistema capta depósitos a través de estos mismos productos (depósitos a plazo y certificados) que sufrirían más frente a la expansión del mercado de valores.

Todos estos retos a la banca tradicional planteados anteriormente son causados por un incipiente mercado de valores, pero este mismo también promete innumerables beneficios a los ciudadanos, en forma de mayor rentabilidad, diversificación de inversiones, transparencia, e innumerables otros. Viendo esto último, bienvenido sea.