Macron vs Le Pen: la incierta batalla al podio presidencial francés

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Hace apenas unos meses, la sociedad fue testigo de una reñida competición por un podio electoral de dos visiones económicas, políticas y sociales drásticamente divergentes. Con sede en los Estados Unidos, dicha competencia tuvo un desenlace favorecedor para el conservador Partido Republicano, convirtiendo a Donald Trump en el líder de la aún economía más grande del mundo, sobre su contrincante Hillary Clinton. Hoy en día, expertos en el área consideran dicho panorama equivalente al que ocurre en otra de las naciones más influyentes y sonoras del mundo: Francia. Tras celebrar una primera ronda de elecciones presidenciales el pasado domingo, la nación espera una segunda vuelta plagada por el elevado nivel de competencia e incertidumbre, en la cual se enfrentarán el liberal Emmanuel Macron, y la ultra-derechista Marine Le Pen. Quizás sea el enfrentamiento político más mediático que evidenciemos este año, pero ¿quiénes son realmente los protagonistas del mismo? ¿Qué trayecto han cursado hasta hoy día? ¿Qué proponen?

Emmanuel Macron, Ministro de Economía, Industria y Asuntos Digitales de 2014 a 2016, renunció a su cargo al postularse como candidato a las elecciones presidenciales de Francia. En abril de 2016, fundó el movimiento “En Marche! (“¡En Marcha!”, en español) tras haber pertenecido al partido socialista de 2006 a 2009, y luego ejercer como político independiente de 2009 a 2016. Con apenas 39 años, de vencer, se convertiría en uno de los diez líderes más jóvenes en la actualidad.

Entre sus propuestas económicas actuales destacan la implementación de un sistema de derecho universal al subsidio del empleo no solo a asalariados, sino a agricultores, empresarios e independientes. A su vez, suprimiría miles de empleos públicos, en aras a reducir el tamaño del gobierno. Macron aboga por una reducción tributaria al sector empresarial, y la implementación de un nuevo modelo económico, con un plan de inversión agraria de 5 mil millones de euros en cinco años.

En términos de educación, propone un sistema con menos alumnos por aula, mayor independencia de los centros educativos, y exámenes a solo cuatro materias. En este mismo sentido, propone un “pase cultural” de 500 euros a jóvenes para actividades culturales.

En términos migratorios y en lo referente a relaciones internacionales, Macron mantiene una política abierta, incluyendo una reducción en el tiempo de los procesos de evaluaciones de solicitudes de asilo, y una formación educativa laica. No obstante, aboga por un refuerzo de las autoridades policiales en las fronteras. Macron también defiende la estabilidad y unidad de Europa, apoyando el acuerdo comercial CETA entre Canadá y la Unión Europea, y buscando la creación de organismos específicos para la Unión.

En el otro extremo de la palestra destaca Marine Le Pen, candidata cuya relevancia mediática sienta sus bases en sus propuestas conservadoras, nacionalistas y ultra-derechista. Ahora, ¿quién es realmente Le Pen? Es una abogada y política francesa, actual presidenta del partido Frente Nacional, y antigua diputada al Parlamento Europeo, Consejera Regional y Municipal. En las pasadas elecciones, fungió como candidata presidencial por el partido que sustenta también su candidatura actual.

Las propuestas de Le Pen destacan por ser proteccionistas y nacionalistas. A su vez, han sido el objeto de acusaciones de xenofobia y racismo. Pero, ¿cuál es el sustento de dichos reclamos? Le Pen busca propulsar la ejecución de un referendo mediante el cual gestionará la salida de Francia de la Unión Europea, emulando la acción ejecutada por el Reino Unido hace unos meses. A su vez, busca el control de las fronteras y la aplicación de sustanciosos aranceles a la importación de productos.

En términos económicos, Le Pen limitaría el acceso de capital extranjero a sectores “estratégicos” y  la privatización de sectores tales como el transporte. En otro orden, aumentaría el gasto público, disminuiría la edad de jubilación e incrementaría la inversión en infraestructuras.

En materia migratoria, Le Pen persigue i.) La reducción de la masa migratoria al país, ii.) la expulsión inmediata de inmigrantes ilegales y iii.) la restricción de los derechos en materia de educación entre otros aspectos. En este mismo sentido, ha afirmado sancionar a empresas nacionales que contraten empleados extranjeros, apelando a la reivindicación del patriotismo en la nación.

Macron y Le Pen han conseguido desplazar a los partidos políticos tradicionales en la primera ronda de las votaciones, obteniendo en conjunto, cerca del 50% de los votos electorales. Esto indica que serán ambas candidaturas las que se enfrentarán en las próximas elecciones a principios de mayo. ¿Cuál será su target de audiencia? La porción de la sociedad que apoya o apoyó a aquellos partidos más tradicionales. No obstante, el contraste en las herramientas que ambos utilizan es evidente. Por un lado, Macron persigue una unidad continental y global, con apertura social y económica y políticas pro-liberalización. Le Pen, por otro lado, apela al orgullo nacional como táctica principal.

En la actualidad, las encuestas tienden a favor de Macron. No obstante, la incertidumbre existente y la experiencia arrojada por las elecciones estadounidenses reflejan que el futuro electoral en Francia es más bien impredecible, por lo que las estrategias a corto plazo serán vitales para ambos candidatos.