En este nuevo MacroChart, podremos visualizar qué tanto han cambiado los indicadores de acceso a recursos como el abastecimiento de agua y el uso de instalaciones sanitarias en el mundo, en un periodo de 25 años (1990 Vs. 2015). El análisis se extiende incluso a conocer cómo los países han progresado respecto a estos temas, tanto para las zonas rurales como las urbanas.

Estos recursos suelen identificarse bajo el concepto de saneamiento, que se define como la condición mínima de sanidad o de limpieza que se pueda alcanzar. Según estimaciones suministradas por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF), podemos afirmar que la diferencia entre países desarrollados y sub-desarrollados bajo el criterio de sanidad es muy marcada. Los países sub-desarrollados poseen un monto menor respecto a este indicador, con un porcentaje bajo de su población con instalaciones sanitarias. A pesar de esto, para la zona rural, la media mundial de condiciones mejoradas ha aumentado en un 10%, mientras que la zona urbana ha experimentado un aumento de apenas un 3%.

El comportamiento de este indicador para República Dominicana es similar, exponiendo que, comparado con años anteriores, para el 2015 la población en la zona urbana posee un 10% más de instalaciones sanitarias que la zona rural.

Para el indicador sobre el uso de fuentes de agua potable el comportamiento no es diferente. Se puede notar la diferencia sobre el porcentaje de la población que utiliza fuentes de agua potable canalizadas, siendo la media mundial urbana un 23% más que la zona rural. La población expuesta solamente a agua de superficie disminuyó en el lapso de 25 años, es decir, que no obstante existen todavía muchos países (como los africanos y suramericanos) que mantienen una considerable utilización de esta técnica, y que, con la incorporación de la tecnología en el tiempo, se ha vuelto más sencilla la obtención de agua potable.

Según los datos de UNICEF, para el 2015 en República Dominicana existe una menor participación de la población que utiliza fuente de agua potable canalizada, pasando de un 93% en el 1990, a un 76% en el 2015 para la zona urbana, mientras que en la zona rural para el 2015 el monto en el indicador aumentó en un 13%. Este comportamiento refleja que el espacio rural se ha venido transformando a medida que pasan los años.

Mirando hacia el futuro, se esperaría que la incidencia mundial sobre ambos indicadores no sufra un cambio muy pronunciado. No obstante, es necesario distinguir que a medida que se desarrollen más tecnologías, y exista una meta integrada, se podrían experimentar transformaciones importantes. Eventualmente esperamos que cambie la situación actual de los países más vulnerables, y casi la totalidad de la población mundial posea acceso completo a agua potable y facilidades sanitarias dignas.