Recapitulando el tema de los bonos del Banco Central

wp_286612_coins.jpg

La crisis bancaria de 2003 ocurrida en República Dominicana llevó al Banco Central (BCRD) a intervenir, devolviendo los ahorros a las personas que se vieron afectadas por la quiebra de los bancos donde tenían sus depósitos. Esto supuso un déficit acumulado muy alto para dicho organismo, que a cierre de 2003 equivalía a 7.4% del Producto Interno Bruto (PIB).

Para resarcir este deterioro en las cuentas del BCRD, se erogó la Ley de Recapitalización 167-07, mediante la que el Estado se comprometía a cubrir las pérdidas acumuladas desde 1947-2005 en un plazo de diez años; esta promesa de pago estaba contenida en bonos que pagaban intereses y debía ser cumplida en el año 2017.

A junio 2017 las cuentas del BCRD no se han recuperado como fue planeado. La evolución positiva del patrimonio del BC responde esencialmente a la acumulación de cuentas por cobrar en los activos del BCRD, y no a pagos reales de parte del Gobierno Central.

A pesar de que el capital del BCRD pasó de -12% del PIB en 2004 a -1.2% del PIB en 2015, se ha calculado este capital excluyendo los Bonos de Recapitalización y las cuentas por recibir del Gobierno Dominicano, y en estas se puede observar que el capital del BCRD pasó solamente de -19% en 2004 a -16% en 2015.

Varios factores ─además de la diferencia entre las transferencias efectivas del gobierno y las estipuladas─ han influido en que el ritmo de pago haya sido menor al contemplado en el plan de recapitalización. En este sentido, Ramírez y Ovalle (2016), exponen que dentro de los factores más relevantes que explican la divergencia del capital actual del banco respecto al ideado, destacan:

i) El costo que ha implicado para el BCRD la política de acumulación de reservas internacionales por ir de la mano con medidas de endeudamiento interno,

ii) La disminución de las tasas de interés internacionales que percibe el BCRD por la tenencia de activos externos ─esto último responde a la crisis global de 2007─,

iii) El incremento en la proporción de deuda de largo plazo en el portafolio del BCRD ─diferenciada de la deuda de corto plazo, por pagar mayor tasa de interés─.

Las autoridades consideran ya una solución a este plan inconcluso. Se ha hecho de carácter público la previsión de un nuevo proyecto de Ley que dé lugar a un nuevo plan de recapitalización del BCRD. Declararon que factores adversos impidieron acabar el plan en diez años, y que, por ello, se pretende extender el plazo a 15 o 16 años para que el gobierno cumpla con sus obligaciones.

Este posible repensar podría incluir un análisis de los catalizadores del fallo del plan de recapitalización; más allá de una crisis global que escapaba de las manos de una economía pequeña como República Dominicana. Si bien es cierto, como han estimado otros economistas, que la deuda del BCRD no se proyecta como insostenible, resulta primordial recapitalizar el Banco Central para lograr la protección de la independencia financiera. Mientras el plan no se materialice, cualquier entrada de dinero percibida por el Gobierno podría verse comprometida a las transferencias del Banco Central en vez de destinarse a otras prioridades. A razón de esto, ciertos objetivos fiscales podrían verse prorrogados e incluso descartados.




Referencias:

Ramírez, Francisco y Ovalle, Raúl. (2016). Análisis inter-temporal de la hoja de balance de un Banco Central: El caso dominicano. Concurso Anual de Economía Biblioteca ¨Juan Pablo Duarte¨, 2016.