¿Se avecina una crisis?

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Quizás no se avecina una crisis para República Dominicana, pero hay indicios de una en el mundo. Actualmente la bolsa norteamericana ha perdido alrededor de 14% de su valor (aproximadamente 1.3 US$ trillones) desde octubre, la curva de rendimiento de los bonos del Tesoro de Estados Unidos está prácticamente invertida, y el precio del petróleo, uno de los indicadores por excelencia de las expectativas de crecimiento mundial, ha perdido 40% de su valor durante los últimos tres meses. Es cierto que los economistas predecimos nueve de las últimas cinco recesiones, pero mantenerse alerta nunca está de más.

Aunque quizás no podamos apuntar a la situación actual y pronosticar lo peor, definitivamente no es un momento riesgo mundial bajo. Esta coyuntura, sin embargo, ha tenido ya impactos tantos positivos como negativos en la República Dominicana. En lado negativo, un vistazo a las utilidades de las empresas financieras internacionales al cierre de 2018 dirá que, para aquellos que tienen inversiones fuera del país, el año fue bastante difícil. En el lado positivo, la disminución drástica del precio del petróleo en 40% ha significado un ahorro en costos al que probablemente puede atribuirse una parte del crecimiento de 7% con que el Banco Central estima cerró el 2018, principalmente en el último trimestre.

¿Qué puede hacer el Gobierno Dominicano frente a todo esto? Aprovechar la coyuntura y comprar petróleo a futuro, ya que no todos los años se ven precios en los alrededores de US$40 por barril. También debe prepararse para la época de vacas “no tan gorditas”, como las que vimos en el pasado reciente (que podría ser descrito como uno de los períodos de bienestar económico más duraderos de la historia económica dominicana), pero donde no se realizaron todas las reformas necesarias.

¿Qué podrían hacer algunas empresas -con cierto grado de sofisticación en sus finanzas? Evaluar la posibilidad de comprar petróleo a futuro si tiene un peso importante en sus costos. Definitivamente prepararse para la posibilidad de una desaceleración en sus operaciones en la medida que dependa de ventas al extranjero que sean sensibles al crecimiento mundial (es importante aclarar que muchas no lo son). Para los atrevidos, un mercado bursátil deprimido es un momento idóneo para comprar acciones; particularmente el sector financiero y de tecnología en la bolsa de EE. UU. se han contraído bastante, dando paso a valoraciones atractivas para invertir a largo plazo.

¿Y el ciudadano de a pie? Mantenerse informado sobre el panorama económico y financiero local e internacional no es un mal primer paso, y organizar sus finanzas siempre es prudente. Siendo realista, la economía dominicana ha mostrado gran resiliencia ante turbulencia en los mercados globales, así que en ausencia de factores de riesgo más agudos en el panorama internacional (que ahora mismo no parecen existir), un desempeño negativo del mercado laboral dominicano, que finalmente es del que la mayoría de las personas dependen, no sería apreciable.




Las apreciaciones expresadas en este artículo no constituyen bajo ningún concepto recomendaciones que puedan utilizarse como punto de partida sobre decisiones inversión, gestión empresarial, finanzas personales o cualquier otro tipo de decisión. Este artículo es solamente un ejercicio intelectual y de opinión sin ningún fin de asesoría o toma de decisión.