Estructura del Gasto en R.D.

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Con la finalización cercana del año 2015 y el inicio del nuevo año 2016, año de elecciones, resulta interesante analizar hacia donde está dirigido el gasto del gobierno dominicano y dónde están las oportunidades. Mucho se habla del déficit público y de la necesidad de reducir gasto. ¿Existen de verdad oportunidades?


Desde un punto de vista del objeto del gasto las transferencias corrientes, remuneraciones e intereses explican el 75% del total. Veamos qué función atacan cada una de estas partidas.


El gasto en remuneraciones se enfoca en tres grandes funciones que son educación, salud y justicia, orden público y seguridad. Con un cambio en la pirámide poblacional que se espera, la cual tendrá un peso relativamente mayor de la población envejeciente, la reducción del gasto en salud vendrá solamente con una mayor formalidad de la población y con ello mayor cobertura privada, por lo que el rol de Estado seguirá siendo fundamental. El 4% ya está casi establecido como una norma y, por ende, a medida que aumente PIB este gasto irá incrementando en el tiempo. Lo importante en este aspecto es que así evolucione su calidad. La justicia y la seguridad se convierten cada vez más en las mayores preocupaciones de los dominicanos y de los inversionistas. Este será quizás uno de los rubros que requiera un mayor gasto.


En el caso de los gastos financieros, que cubren el pago de intereses y comisiones de la deuda pública, y se lleva 15 de cada 100 pesos gastados, depende de la trayectoria del déficit fiscal. Si el gobierno sigue operando con déficits los intereses seguirán aumentado.


Cuando se analiza entonces las transferencias corrientes, encontramos quizás más oportunidades. En este caso el gasto va destinado mayormente a energía y combustible, protección social y educación. Las dos últimas sería difícil de disminuir y sólo se reducen en la medida que el empleo aumente y la capacidad de cubrir ciertas necesidades pueda ser responsabilidad misma de la población que se beneficia. Las transferencias de energía, que consume hoy el 10% del gasto total, es quizás el primer eslabón para iniciar la cadena de reducción o eficientización del gasto. Desde esta perspectiva, el Pacto Eléctrico y un resultado exitoso son de vital importancia. Su éxito lo dirá el tiempo y un análisis del gasto en los próximos años.