En un planeta con recursos limitados, se encuentran seres vivos habitando el mismo con necesidades ilimitadas, lo que genera la situación de escasez. De modo que la escasez no es un atributo de un bien o recurso en particular, sino que es reflejo de una situación: la interrelación entre necesidades y recursos. La economía asume que las personas son codiciosas y se mantienen constantemente con nuevas y diferentes necesidades y deseos. Sin embargo, sólo existe cierta cantidad específica de la diversidad de bienes.

Es importante distinguir el concepto de escasez y el hecho físico de que los recursos en el planeta sean limitados. Por ejemplo, el petróleo durante la Edad Media no era escaso, ya que aún no se veía como algo necesario para satisfacer el consumo; sin embargo, su disponibilidad total era limitada al igual que hoy en día que se ha convertido en un bien de consumo necesario. El mercado es el medio donde se determina cuáles recursos han de ser escasos, por lo que es allí donde se manifiestan las necesidades de los consumidores.

La escasez puede verse reflejada en los precios, cualquier bien que se le asocie un precio es una muestra de escasez. Los mismos son evidencia de que los bienes se escasean y que la gente hace elecciones entre lo que necesita y lo que desea. La escasez fomenta el comportamiento competitivo, por ende, dicho fenómeno da lugar al acto de la elección, al igual que la formación de precios de los bienes y los factores productivos.

La economía es la ciencia de las acciones humanas con propósitos, es decir, nuestras elecciones. Si la escasez no existiese, la economía sería imposible. De manera tal, que si las cosas no fueran escasas y las personas no necesitaran tomar decisiones porque todo está disponible, la gente no se vería forzada a comprometerse entre sus necesidades y sus deseos.