En República Dominicana, como en la mayoría de los países, la principal forma de ingresos del Estado, generados de manera interna, es el cobro de tributos o impuestos a los distintos agentes de la sociedad. Dichos agentes son llamados contribuyentes porque aportan capital a las recaudaciones estatales a través de una diversa gama de impuestos: al consumo, a los ingresos, a la propiedad, al comercio, en bienes seleccionados, entre otros.

Específicamente, la Dirección General de Impuestos Internos (DGII) define un contribuyente como toda persona física o jurídica que realiza una actividad económica que aplica para el pago de impuesto de acuerdo a las normas estipuladas en el Código Tributario y por la autoridad tributaria. Un contribuyente también es una persona que posee bienes sujetos a gravámenes tributarios por las leyes correspondientes.

La entidad clasifica los contribuyentes en dos categorías principales: personas físicas y personas jurídicas.

Las personas físicas son los individuos en la sociedad. De manera más formal, son profesionales liberales o individuos que realizan una actividad económica generadora del cobro de impuestos. Entre este tipo de profesionales podemos encontrar abogados, publicistas, médicos, ingenieros, entre otros independientes.

Por otro lado, las personas jurídicas son, en esencia, las compañías o entidades. Son empresas que realizan actividades económicas, civiles y/o comerciales sujetas al cobro de dichos impuestos.

Adicional a estas dos categorías principales, podemos distinguir otros tipos, como por ejemplo a los grandes contribuyentes. Un contribuyente recibe esta denominación cuando percibe una cantidad determinada (o un monto superior a esta cantidad) de ingresos y generan obligaciones tributarias iguales o superiores a un monto específico determinado por las autoridades.

Existen también contribuyentes sujetos a regímenes tributarios especiales, determinados por las autoridades económicas dependiendo del tipo de actividad económica que realicen. Estos regímenes contemplan algunas exenciones al pago de impuestos como forma de impulsar el desarrollo del sector al cual estos contribuyentes pertenecen. Entre estos contribuyentes se encuentran los pertenecientes a las zonas francas, exportadores, productores de cine, sectores turismo y agropecuaria, organizaciones sin fines de lucro, entre otros rubros económicos.