Economía de la Felicidad

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El estudio de la economía de la felicidad tuvo sus primeras contribuciones por parte de economistas clásicos como David Hume y Karl Marx, quienes postularon que la felicidad era medible y comparable. Sin embargo, con el paso del tiempo, la economía dejó el estudio de la felicidad por el del comportamiento externo de las personas, es decir, a las elecciones realizadas de los individuos en lugar de los sentimientos o placeres que tenían. En las últimas décadas las teorías de desarrollo y de felicidad se han consolidado en la economía de la felicidad.

Esta perspectiva, postulada inicialmente por Jigme Singye Wangchuck en 1972, analiza que el crecimiento multidimensional debe de incluir este factor de felicidad. Wangchuck argumenta que un indicador como “la felicidad interna bruta (FIB) es más importante que un producto interno bruto”.

Dada esta rama de pensamiento económico, aunque se reconoce que la felicidad es subjetiva y que depende del individuo, existen estudios e índices que tratan de estimar dichos factores en base a indicadores sociales y económicos.

Presentaremos en esta oportunidad el Happy Planet Index (HPI), el cual utiliza indicadores como expectativa de vida promedio, bienestar promedio, huella ecológica (mide el espacio promedio que necesita un individuo para poder realizar sus necesidades) y la desigualdad de resultados (mide el cumplimiento de los derechos humanos) para estimar la felicidad de los individuos de un país.

En términos generales, los países que tienen una mejor posición en el índice HPI son aquellos que han registrado un buen desempeño en las categorías que le componen. Para el año 2016, en promedio, los países tuvieron una expectativa de vida promedio de 70.9 años, un bienestar promedio (0-10) de 5.4, una huella ecológica de 3.26 gha/cápita y una la desigualdad de resultados de 0.23.

Los países que tuvieron las primeras cinco posiciones (países más felices) en el índice fueron Costa Rica (1), México (2), Colombia (3), Vanuatu (4) y Vietnam (5) quienes registraron mejores marcas que el promedio. Los que se encuentra en las peores posiciones son Mongolia (136), Benín (137), Togo (138), Luxemburgo (139) y Chad (140).

En el caso de República Dominicana (posición no. 45), el país registró una expectativa de vida promedio de 73.1 años, un bienestar promedio (0-10) de 4.8, una huella ecológica de 1.5 gha/cápita y una desigualdad de resultados de 0.3.

Aunque el índice toma en cuenta los cuatro indicadores mencionados anteriormente, es importante destacar la relación negativa que tiene la desigualdad de resultados con los demás indicadores; en especial con la expectativa de vida promedio. De acuerdo al estudio, existe un alto nivel de correlación entre estas variables, por lo que una mayor desigualdad de resultados está usualmente asociada a una reducción de las expectativas de vida promedio, y por ende de una reducción de la felicidad.

Como vimos anteriormente, en el caso de República Dominicana, uno de los indicadores que más se alejaba del promedio era precisamente la desigualdad de resultados, por lo que, un estímulo de políticas que permitan no solamente la igualdad de oportunidades, sino la de resultados, permitirán que República Dominicana pueda incrementar el nivel de felicidad de sus ciudadanos.

Nota: (Happy Planet Index ≈ (Expectativa de vida x Bienestar experimentado) x Desigualdad de los resultados) / Huella ecológica