Política migratoria bajo la lupa de Trump

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El presidente estadounidense, Donald Trump, emitió el pasado lunes 6 de marzo de 2017 un nuevo decreto de política migratoria. El mismo consiste en una continuación del fortalecimiento de las medidas regulatorias que hasta ahora habían sido enfocadas en la reducción tanto de inmigrantes ilegales mexicanos como de refugiados. El reciente decreto prohíbe la entrada de refugiados al país y detiene la emisión de visados para los ciudadanos de Irán, Somalia, Yemen, Libia, Siria y Sudán, entre otros países con creencias islámicas.

De acuerdo al presidente Trump, las presentes medidas permitirán una mejora de un sistema migratorio dañado e ineficiente, que ocasiona bajos salarios y altas presiones fiscales a los ciudadanos por temas de migración. En un marco más general, el presidente busca implementar un sistema migratorio basado en el mérito (“merit-based immigration system” en inglés) -aquellos que deseen entrar al país deben de poder sustentarse económicamente-; este sistema es el utilizado en países como Canadá y Australia. El objetivo planteado por dicha política es disminuir las transferencias del gobierno a aquellas familias inmigrantes que no pueden autofinanciarse, e incrementar la cantidad de trabajadores productivos; con dichos cambios, se espera los salarios se elevarían provocando una mejora de la calidad de vida.

Sin embargo, dicha medida puede que no sea tan efectiva como aparenta ser. La mayoría de los economistas consideran que una política migratoria flexible es más beneficiosa para los Estados Unidos y, de hecho, consideran que uno de los puntos en los que se debe enfocar es la expansión de la recientemente suspendida visa H-1B (visa que permite a empleadores estadounidense contratar temporalmente a extranjeros) ¿Por qué?

De acuerdo a fundamentos de teoría macroeconómica, un mercado laboral sólido es de suma importancia para generar crecimiento; de hecho, la relación resulta positiva al observar el comportamiento de la variación absoluta de ocupados y la variación del Producto Interno Bruto (PIB). Un incremento de la cantidad de trabajadores en el corto plazo y de trabajadores más productivos en el largo plazo son factores que generan crecimiento económico. En Estados Unidos, el crecimiento poblacional se ha ralentizado, evidenciado al visualizar una tasa de fertilidad reducida desde 2007. Por lo tanto, desde este punto de vista, en el largo plazo, un incremento en los trabajadores inmigrantes permitiría que la economía estadounidense alcanzase la cantidad de ocupados deseada, incrementando su participación dentro del total ocupados, en caso de que los empleados locales vean reducir su participación. Actualmente la proporción de trabajadores locales es 86% versus 14% de extranjeros. Sin embargo, las medidas regulatorias del gobierno estadounidense están restringiendo este aumento en la cantidad de trabajadores y, por ende, frenando un futuro crecimiento.

Pero, antes de sacar conclusiones apresuradas, debemos de analizar el beneficio neto que generan estos trabajadores. En caso de que el valor de su mano de obra sea superior al coste que tiene el gobierno por su ayuda social, entonces pareciera más conveniente mantener a dichos inmigrantes.

Por otro lado, se entiende que otras medidas que está implementando Trump generarían un incremento del déficit del gobierno. Suponiendo que un recorte de impuestos corporativos (como ha declarado en varias ocasiones) no incrementaría las recaudaciones fiscales, dicha baja generaría una reducción de los ingresos del gobierno. Por otro lado, el mantenimiento de los subsidios de seguridad social (Medicaid y Medipaid) y el aumento en los gastos por el fortalecimiento de las medidas regulatorias mencionadas anteriormente incrementarían el gasto del gobierno. Además, el incremento de los aranceles (vía por la cual se pretende financiar el pago de algunos proyectos regulatorios) generaría una gran distorsión en el comercio entre México y Estados Unidos y, por lo tanto, una perdida social de los recursos. En conjunto, una reducción de los impuestos corporativos, un incremento de los gastos y un incremento de la pérdida social por aranceles podría generar un aumento del déficit gubernamental y una ralentización económica debido a las implicaciones que tiene los cambios de política migratoria.

A pesar de todo lo mencionado, el objetivo de Trump es entendible. Reestructurar el sistema migratorio puede lograr un mejor aprovechamiento de los recursos. Es por esto que existen algunos economistas que todavía consideran que existe espacio para que la oficina de gobierno tenga éxito. Aunque el efecto de las políticas mencionadas es ambiguo, solo nos queda esperar hasta que el tiempo transforme la incertidumbre en certeza.