El nivel de confianza y de seguridad latentes en una sociedad se percibe como reflejo de su educación, y esto es a su vez un indicador de desarrollo económico. Como consecuencia de los hechos trágicos que han ocurrido recientemente en República Dominicana, se percibe un ambiente inseguro entre las calles del país. Para aportar a esta situación que aqueja al país, en este nuevo Macrochart identificaremos el comportamiento de los homicidios nacionales que ocurrieron en el 2016 de acuerdo con la información suministrada por la Policía Nacional.

En primer lugar, el concepto de homicidio se define como la acción de causar la muerte a otra persona voluntariamente. En todo el 2016 se reportaron 1,516 homicidios a nivel nacional, siendo Santo Domingo el lugar con mayor cantidad de asesinatos (357), siguiéndole el Distrito Nacional (214) y Santiago (169).

Desde una perspectiva mensual, se puede confirmar que en promedio se ejecutaron 126 homicidios cada mes a nivel nacional en el periodo de análisis. El mes de diciembre presentó la mayor cantidad de muertes con 150 registros, reflejando que en esta época festiva existe una mayor probabilidad de la misma, tal y como indica que, para el 25 de diciembre (domingo), la cifra registra un pico.

Cabe destacar que, esta información suministrada por la Policía Nacional es una aproximación a la realidad, por la cantidad de casos que no son efectivamente reportados a las autoridades. Esto explica parcialmente que existan provincias con solo dos casos de homicidios (Dajabón).

Estos reportes muestran que las horas en que los homicidios son más frecuentes son las comprendidas entre 8:00:00 PM y 11:00:00 PM, lo que revela una preferencia por las horas nocturnas de parte de los homicidas. Así mismo, podemos confirmar como el domingo es el día de la semana en que ocurren la mayor cantidad de este tipo de crimen.

Los homicidios son actos repulsivos que tiñen de por vida a toda persona involucrada en el acto, y parecen escalar a nivel internacional sin importar el grado de desarrollo de los países. Los gobiernos deberán de poder concientizar a la sociedad a través de campañas publicitarias y actividades sociales, para que se pueda reducir de manera efectiva estas acciones.