Se llama
estacionalidad a los patrones de comportamiento que regularmente exhibe una variable en momentos específicos del año. Por ende, la conducta de estas variables se convierte en predecible y al conocer esta característica, su estudio temporal se facilita. Un ejemplo de este concepto sería la evolución del consumo de abrigos en un año. Claramente no podemos comparar el uso de estos en diciembre y en junio.
En el caso dominicano los movimientos de las
reservas internacionales tienen estacionalidad. Normalmente en los últimos meses del año se observa un incremento de este acervo de
divisas y una reversión de esta tendencia a finales del primer trimestre.
En septiembre y octubre la demanda de dólares también exhibe variaciones estacionales, ya que se incrementa para las reposiciones de inventarios, y esto hace que las reservas disminuyan entre 5.6 y 5.8% respectivamente.
Considerar el comportamiento estacional de las variables permite a los individuos tomar decisiones inteligentes y explicar fluctuaciones en los precios de los productos. El desempeño del sector agrícola depende fundamentalmente de estos factores estacionales ya descritos. Por ejemplo, la cosecha de frutas, tubérculos y cereales determina en gran medida la oferta interna y los precios a los que compran los consumidores.
El
turismo en el país también presenta comportamientos periódicos. La llegada de extranjeros no residentes suele disminuir en los meses de septiembre y alcanzar su punto máximo en diciembre y julio.
Por igual, el consumo privado experimenta cambios estacionales. Además de que en diciembre sube significativamente la demanda de bienes y servicios de los dominicanos, se está haciendo costumbre que el cuarto viernes de noviembre repunten las compras de los individuos por las rebajas del
Black Friday.
Cuando existe estacionalidad no es correcto comparar periodos disímiles porque esto se traduce a distorsiones al momento de interpretar los resultados, provocando expectativas incorrectas en los agentes económicos. Lo idóneo es recurrir a la comparación de estadísticas de manera interanual, es decir, diciembre de 2017 respecto a diciembre del 2016. Al estudiar las series económicas es esencial identificar los fenómenos estacionales en aras de que la conclusión sea oportuna.