Fallos de Mercado

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A las imperfecciones en el funcionamiento de una economía muchas veces se le llama fallos de mercado. Estos ocurren cuando existen ineficiencias en un mercado, traducidas a veces en inequidad social, contaminación excesiva y abuso de poder por parte de las empresas.

El papel del Estado en la economía ha sido centro de constantes debates a lo largo de la historia. Dentro de la economía clásica Adam Smith, padre de la economía, defiende la idea de que el Estado debía desempeñar un papel limitado en su obra “La riqueza de las naciones”, permitiendo el libre funcionamiento de los mercados, a través del libre juego de la oferta y la demanda. Sin embargo, en materia de fallas de mercado la economía moderna reconoce que el Estado tiene exactamente el deber de velar por la corrección de estas.

Estas fallas de mercado aparecen cuando los mercados no pueden alcanzar una distribución eficiente de los recursos, por lo que la intervención del Estado parecería necesaria y justificada para corregir estas fallas.

Las externalidades, los bienes públicos y la información asimétrica son los principales fallos de mercado:

  • Las externalidades. Son efectos negativos o positivos que se producen cuando se realiza una actividad económica y no se asumen los costos de esta. Cuando hay externalidades negativas – como la contaminación – el Estado hace frente a estas, implementando límites cuantitativos para su restricción. En cuanto a las externalidades positivas – como el desarrollo de tecnología – el Estado interviene mediante subvenciones para incentivar estas actividades.

  • Bienes Públicos. Son aquellos bienes y servicios no rivales cuyo consumo por parte de una persona no reduce el consumo de otra. La no rivalidad de estos bienes realza la incapacidad de los mercados de proveerlos, por lo que es necesario la intervención del Estado para suministrar estos bienes.

  • Información Asimétrica. Entendida como la diferencia de información, es decir, cuando una de las partes de una operación tiene más o menos información que la otra. Por lo general el vendedor posee más información del bien o servicio que el comprador, resultando en una transacción con diferentes niveles de conocimiento por las partes. El Estado mediante regulaciones y normas trata de reducir la asimetría de información, garantizando a los consumidores el conocimiento necesario para tomar decisiones acertadas.


En conclusión, los fallos de mercado son ineficiencias en las asignaciones de los recursos, por lo que el Estado tiene el deber de intervenir en la actividad económica para corregir dichos fallos. El grado de intervención del Estado dependerá de los objetivos que persiguen los hacedores de política dentro del gobierno, el nivel de injerencia que los agentes privados tienen en este proceso de formación de políticas públicas, y el panorama sociopolítico en que este proceso ocurre.