Una forma en la que las personas solían clasificar a los trabajadores de una nación era a través de los colores del cuello laboral (colors of the collar in the labour market, por su significado en inglés), en donde se distinguían en base al color del uniforme que utilizaban dichos trabajadores en su ambiente laboral. Sin embargo, hoy en día esta clasificación va más allá del color de vestimenta que utilizan y se concentra más en las funciones que desempeñan en cada uno de los sectores económicos.
El primero en utilizar esta terminología fue el estadounidense Upton Sinclair en el año 1930 en donde hacía una clara distinción entre los empleados que realizaban trabajos físicos y de manufactura (trabajadores de cuello azul) y aquellos que realizaban trabajos de oficina más administrativos y profesionales (trabajadores de cuello blanco).
Entre las conclusiones más importantes a las que llegó Sinclair es que los trabajadores de cuello blanco son más productivos y capacitados que los trabajadores de cuello azul, traduciéndose en mayores salarios. En vista a esto, si una nación desea desarrollarse y crecer económicamente debe de procurar aumentar la masa de trabajadores de cuello blanco, moviéndose así hacia una economía más industrializada.
Gracias a los cambios tecnológicos y a las diferencias en las clases sociales actuales, han surgido otras clasificaciones de suma importancia, entre las que podemos mencionar:
Para el caso de la República Dominicana, según la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo, los Trabajadores de Cuello Rosa fueron los que tuvieron una mayor participación en el número total de Población Ocupada. Estos representaron más de un 25% de todos los trabajadores para el tercer trimestre del 2018, experimentando un crecimiento de un 5.7% aproximadamente respecto al año anterior. A su vez, los Trabajadores de Cuello Blanco y los de Cuello Azul representan 10% y 21% respectivamente.
El grupo poblacional que experimentó un mayor crecimiento en el último año fueron los Trabajadores de Cuello Dorado (17.6% aproximadamente), lo que indica cómo los trabajadores dominicanos han venido formándose y capacitándose cada día más.
Esta óptica permite que los hacedores de políticas públicas conozcan con mayor detalle y profundidad la composición del mercado laboral, identificando fortalezas y debilidades que existen entre los habitantes de un país. De esta forma se pueden implementar medidas más acertadas que busquen mejorar la calidad y el desarrollo de un sector económico o de un grupo poblacional en específico.
El primero en utilizar esta terminología fue el estadounidense Upton Sinclair en el año 1930 en donde hacía una clara distinción entre los empleados que realizaban trabajos físicos y de manufactura (trabajadores de cuello azul) y aquellos que realizaban trabajos de oficina más administrativos y profesionales (trabajadores de cuello blanco).
Entre las conclusiones más importantes a las que llegó Sinclair es que los trabajadores de cuello blanco son más productivos y capacitados que los trabajadores de cuello azul, traduciéndose en mayores salarios. En vista a esto, si una nación desea desarrollarse y crecer económicamente debe de procurar aumentar la masa de trabajadores de cuello blanco, moviéndose así hacia una economía más industrializada.
Gracias a los cambios tecnológicos y a las diferencias en las clases sociales actuales, han surgido otras clasificaciones de suma importancia, entre las que podemos mencionar:
- Trabajadores de Cuello Dorado: Son aquellos trabajadores que están altamente cualificados y que aportan gran valor agregado para las empresas. Usualmente se refieren a jóvenes emprendedores, a científicos y doctores.
- Trabajadores de Cuello Verde: Se refieren a los trabajadores que se especializan en producir bienes y servicios que son favorables para el medio ambiente. Estos son de suma importancia para el desarrollo de la economía local, ya que representan trabajos significativos de servicio comunitario con pocas barreras de entrada, dándole acceso a la población a trabajos de alta calidad que no son explotados en el extranjero.
- Trabajadores de Cuello Rosa: Estos son los trabajadores que se dedican a la industria de servicios. Anteriormente esta categoría era utilizada para diferenciar a los trabajadores por género, es decir, a los trabajos usualmente realizado por mujeres, como son los trabajos de enfermería, secretaría y educación, sin embargo, actualmente abarcan a todos de la industria de servicios.
- Trabajadores de Cuello Negro: Este tipo de trabajadores son los que se dedican a la industria minera y a la extracción de petróleo. También suelen referirse como trabajadores de cuello negro a aquellas personas que se dedican a las profesiones ilegales.
Para el caso de la República Dominicana, según la Encuesta Nacional Continua de Fuerza de Trabajo, los Trabajadores de Cuello Rosa fueron los que tuvieron una mayor participación en el número total de Población Ocupada. Estos representaron más de un 25% de todos los trabajadores para el tercer trimestre del 2018, experimentando un crecimiento de un 5.7% aproximadamente respecto al año anterior. A su vez, los Trabajadores de Cuello Blanco y los de Cuello Azul representan 10% y 21% respectivamente.
El grupo poblacional que experimentó un mayor crecimiento en el último año fueron los Trabajadores de Cuello Dorado (17.6% aproximadamente), lo que indica cómo los trabajadores dominicanos han venido formándose y capacitándose cada día más.
Esta óptica permite que los hacedores de políticas públicas conozcan con mayor detalle y profundidad la composición del mercado laboral, identificando fortalezas y debilidades que existen entre los habitantes de un país. De esta forma se pueden implementar medidas más acertadas que busquen mejorar la calidad y el desarrollo de un sector económico o de un grupo poblacional en específico.