Cuando se hace alusión a la entrada y salida de dinero extranjero destinado a
inversiones, se habla del flujo de capitales extranjeros. El hecho de que las personas puedan canalizar su
capital a otro país con o sin limitantes es uno de los principales determinantes de los efectos de las políticas macroeconómicas. A estos dos escenarios se les llama libre flujo de capital o controles de capital.
El libre
flujo de capital es el fenómeno que permite que los retornos de la inversión se igualen en países distintos. Bajo este esquema, se crea una relación de dependencia entre las medidas que se tomen en una nación y otra, por ejemplo, movimientos de
tasas de referencia.
Supongamos que las tasas de interés que ofrece
República Dominicana a un inversionista son considerablemente más altas que en el resto del mundo; esto producirá una migración de capitales ─bajo el supuesto de racionalidad de los individuos─ que en el corto plazo aumentará el flujo de
divisas entrantes y apreciará, o desacelerará la
depreciación, del
peso dominicano.
Por la relación existente entre la libre movilidad de capitales y la estabilidad del
tipo de cambio, algunos países en el pasado recurrieron a los
controles de capitales. En este escenario, se imponen desincentivos a la entrada y salida de estos flujos y en casos extremos, se restringen por completo.
Cuando importantes entradas de divisas responden a situaciones coyunturales favorables no permanentes, entonces se suele abogar por restricciones que dificulten la retirada de las inversiones. Esta idea descansa en el supuesto de que cuando finalice la condición que atraía montos altos de capitales, estos serán sustraídos de la economía produciendo un choque negativo que afectaría la
actividad económica.
El grado de libertad que exista en un país para mover capitales incidirá directamente en el efecto de las decisiones de aumentos o disminuciones de impuestos, gastos gubernamentales y oferta de dinero. En la medida en la que los recursos de las personas no puedan migrar con facilidad hacia escenarios más rentables ante condiciones macroeconómicas más restrictivas, se esperaría que las medidas de política tengan mayores efectos en las
tasas de interés del mercado.
El concepto de flujo de capital y sus implicaciones adquiere más importancia en esta época en que el proceso de
globalización se encuentra en sus máximos estadios de expansión. La posibilidad con la cuentan los agentes para realizar desde las más complejas operaciones de inversión hasta la compra de acciones extranjeras por plataformas virtuales, ha sido posible debido a una predominancia creciente de la movilidad de capitales en todo el mundo.