Luego de tres años y siete meses de negociaciones, la salida del Reino Unido de la Unión Europea fue oficializada el 31 de enero de 2020, con un Acuerdo de Retirada que establece un período de transición que finalizará el 31 de diciembre de 2020, aunque el proceso podría extenderse hasta dos años. Durante ese período de transición, ambas partes debían negociar y acordar los términos de su futura relación política y económica, no obstante, la pandemia del COVID-19 ha complicado el proceso.
El primer caso de COVID-19 en el Reino Unido se registró en Londres a mediados del mes de febrero, sin embargo, no fue hasta finales de marzo que el gobierno británico, al igual que muchos países alrededor del mundo, decidiera recurrir al confinamiento social obligatorio. El número de casos de infectados parece haber tocado pico el pasado 5 de abril, día en que se registraron 6,199 contagios en el país; el mismo mes en el que se anunció el contagio del Primer Ministro, Boris Johnson, y el distanciamiento social de los principales jefes de negociación del Brexit. En un entorno económico mundial dificultoso, la Unión Europea y el Reino Unido podrían extender la fecha límite de negociación hasta el 30 de junio de 2021, de todas formas, algunos ministros británicos se oponen a esta propuesta.
Según datos publicados por KPMG en el UK Economic Outlook 2020, las proyecciones económicas prevén una caída del PIB de Reino Unido del 7.8% en un escenario base en el que el distanciamiento social finaliza al término del mes de mayo. Asimismo, dicho informe advierte que la pandemia se ha convertido en el principal factor de riesgo para la economía británica, por lo que el gobierno del país ha tomado una serie de medidas expansivas como el lanzamiento de un plan de estímulo fiscal de €34,000 millones para combatir la crisis sanitaria y económica. Por otro lado, el Banco de Inglaterra llevó a cabo dos recortes de los tipos de interés en el mes de marzo, equivalentes a 60 puntos básicos, situando la tasa en 0.10%, su mínimo histórico, y aumentó el programa de compra de bonos británicos, soberanos y corporativos, en £200,000 millones, elevando la posesión de bonos a £645,000 millones.
El impacto económico de la pandemia en el Brexit actualmente recae en extensión del período de transición. Las medianas y grandes empresas se habían preparado para un Brexit con acuerdos entre ambas partes, sin embargo, en vista de unas negociaciones poco probables para diciembre 2020 los convenios de comercio e intercambio lucen inciertos, por lo que la población británica pide que se “ponga en espera” el Brexit mediante la prolongación de dicho período.