Importancia del progreso social en el desarrollo de un país

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Los modelos de desarrollo tradicionales de los países han tomado como base única los aspectos de crecimiento y progreso económico. A pesar de que este tipo de modelos ha logrado generar resultados aceptables y positivos, al medir el Producto Interno Bruto (PIB) per cápita no se toma en cuenta factores importantes como la calidad de vida, el bienestar social y necesidades humanas básicas, por ende, no logra medir niveles de progreso integral. En conclusión, un modelo de desarrollo humano que solo se basa en progreso económico es incompleto.


Debido a esto, en el 2013 se introdujo el Índice de Progreso Social (IPS); un proyecto cuyo objetivo es el de brindar información estadística desglosada sobre el bienestar humano, de manera que los formuladores de políticas públicas, organismos internacionales de desarrollo, organizaciones filantrópicas, organizaciones de la sociedad civil y el mundo académico tengan esto como base para una idea de cómo distribuir sus inversiones. El mismo fue creado por Michael Porte junto con Scott Stern, del MIT, y Social Progress Imperative, una organización sin fines de lucro, y mide el desempeño de 133 países en varias dimensiones sociales y medioambientales.


“Hemos entendido que haber separado los negocios y la competencia en los negocios, del progreso social y los problemas sociales, en realidad fue un gran error. Algunas de las mayores oportunidades están en abordar los problemas y retos sociales utilizando el modelo de negocios", afirmó Porter en la “Conferencia Ethos 2013” en Sao Paulo, Brazil.


El Índice de Progreso Social se organiza en torno a tres dimensiones: Necesidades humanas básicas, fundamentos del bienestar y oportunidades. Estas dimensiones cuentan con 12 componentes, los cuales basan sus indicadores únicamente en resultados y no en esfuerzos. Lo importante aquí no es cuánto invierte un país en determinado sector, sino en cuales han sido los resultados concretos de esa inversión. Lo que realmente se busca es lograr medir el impacto social de los proyectos, actividades e iniciativas que se realizan en los diversos sectores del país.


Se evidencia como una herramienta útil para empresas y organizaciones internacionales a la hora de definir estrategias y observar tendencias de estabilidad institucional y la incidencia de estas en la inversión. Lo antes mencionado nos permite realizar una relación de doble vía entre la Inversión Extranjera Directa (IED) y el IPS, en la medida en que la IED genera nuevos proyectos y promueve un mayor nivel de empleo e impacta de manera directa la salud, educación y el desarrollo de nuevas infraestructuras. Del mismo modo crea un entorno institucional y político estable, donde la base de la sociedad se desarrolle bajo principios de oportunidades e inclusiones; se enmarca como un contexto atractivo para que la inversión extranjera se desempeñe en un ambiente de equilibrio y confianza.


Si este conjunto de posibilidades se da, esto logra que un adecuado desarrollo de las infraestructuras permita que las economías en desarrollo logren aumentar su valor agregado. Del mismo modo, tener instituciones políticas confiables y fuertes resta espacio a las instituciones económicamente extractivas, posibilitando así el desarrollo proyectos que logren impulsar el crecimiento de la economía de una forma sostenible e inclusiva.


A medida que el desarrollo económico, de la mano con el progreso social, se va haciendo cada vez más progresivo y las instituciones más confiables y fuertes, se va reflejando una adecuada asignación de recursos.


Para el caso específico de la República Dominicana, un país en vías de desarrollo, tiene varios puntos en los cuales debe realizar mejoras. Entre estos ámbitos destaca la nutrición y cuidados médicos básicos, donde las principales características a mejorar son la desnutrición, tasa de mortalidad maternal, tasa de mortalidad infantil y el déficit de alimentos (calorías / personas desnutridas). Otra casilla importante es el acceso a conocimientos básicos (educación), y a pesar de que se realizó un aumento el porcentaje del PIB destinado a este sector es importante recordar que esta inversión es de largo plazo, por lo que sus resultados (que serían lo que capturaría el IPS) no se verían hasta entonces. Luego como último, pero no menos importante vemos la casilla de infraestructura y refugio, donde se destaca la calidad de la energía (1-bajo,7-alto) con una puntuación de 2.59.


Además de las secciones destacadas, quedan otras importantes, como la seguridad personal, donde los indicadores preocupantes son la tasa de homicidios, criminalidad percibida y muertes por accidentes de tránsito; estos indicadores, a medida que las personas tengan mejor educación y nutrición y cuidado médico básico, deben presentar resultados superiores.


El PIB ha sido el indicador referente para el desarrollo económico durante más de medio siglo, y hoy en día se busca complementar este indicador con el IPS. Medir el progreso social nos brinda una mejor y más completa visión del verdadero desarrollo del país, lo que del mismo modo ayuda a una toma de decisiones de manera que se logre crear una sociedad más sólida y ofrezca una mejor vida a los individuos que componen la sociedad.