Las
bolsas de valores en todo el mundo se caracterizan por una alta
volatilidad cuando aumenta la incertidumbre en torno a la evolución de la economía mundial. Dicho esto, con la pandemia de
COVID-19 los principales índices bursátiles han registrado varios días a la baja, exhibiendo caídas importantes.
Analizando el comportamiento del
Dow Jones, ha registrado los peores meses desde la crisis financiera de 2008 con una caída de un 11.8% en abril y 5.7% en mayo respectivamente. Las bajas perspectivas de crecimiento de la economía norteamericana y el aumento de la tasa de desempleo mantuvieron deprimidos los precios. El índice neoyorkino
Nasdaq, compuesto por las empresas tecnológicas más importantes del mundo, ha podido sobresalir al lograr mantener un crecimiento positivo, observándose una variación interanual de 16.7% en mayo y 25.7% en junio.
Filtrando por China,
Shanghai Stock Exchange, se observa la misma volatilidad que en el resto de los índices, desde marzo se ha mantenido a la baja debido a la situación económica en
China, el nuevo brote de Covid-19 y el aumento de las tensiones comerciales con
Estados Unidos.
Seleccionando a
México y
Sao Paulo, los índices
IPC México y
Bovespa disminuyeron fruto del aumento de los nuevos contagios de COVID-19 en dichos países. La bolsa mexicana de valores creó un nuevo índice sustentable el “S&P/BMV Total Mexico ESG Index” para tratar de impulsar la economía tras la crisis que vive el país.
Con la mejora de las variables macroeconómicas en gran parte de las economías del mundo, los índices muestran un mejor desempeño, sin embargo, las próximas medidas que se tomen para contrarrestar la crisis económica actual dictara el futuro de los principales mercados bursátiles del mundo.