Los proyectos
Greenfield (GI, siglas en inglés) son un tipo de
Inversión Extranjera Directa (IED) donde un inversionista no residente en el país construye desde cero las instalaciones para la puesta en operación de un proyecto, negocio, o subsidiario en un país en el extranjero, habiendo traído todo el capital necesario desde el exterior, inyectando así, divisas a la economía.
Este tipo de IED es el más riesgoso para el inversor, pero el más beneficioso para la economía receptora ya que promueve el desarrollo y estimula el empleo desde la construcción de las edificaciones, hasta la puesta en operación del negocio, además de contribuir en la capacitación de estos empleados, que se convierten en multiplicadores del “knowhow” obtenido. Esta es la razón por la cual muchos países, específicamente economías en desarrollo, tienden a ofrecer beneficios fiscales y subsidios a empresas que establezcan proyectos greenfield.
El término “greenfield’’, finca verde en español, proviene de la idea en que una compañía extranjera levanta una empresa preparando y trabajando el terreno. GI se distingue de otros tipos de IED, por ejemplo, de
fusiones y adquisiciones (
M&A, por sus siglas en inglés), ya que el inversionista mantiene total y completo control sobre su proyecto desde la planeación y la construcción, hasta la puesta en operación de su negocio. En contraste, en M&A, el adquiriente obtiene las instalaciones y la masa laboral de la compañía comprada.
Beneficios para inversionistas greenfield:
- Control total en el proyecto desde el diseño de la instalación hasta la puesta en operación de la empresa,
- Construcción de la edificación en base a las especificaciones y necesidad del negocio o inversionista,
- Control de la producción y calidad de los productos o servicios ofrecidos,
- Capacitación del personal en base a su labor específica,
Perjuicios para inversionistas greenfield:
- Conlleva muy alto riesgo político y económico,
- Alto costo de inversión y construcción,
- Altos riesgos legales,
- Mayor tiempo para poder entrar en operación y producir debido al tiempo de construcción (mientras M&A duran de 6 meses a 1 año en negociaciones, inversiones greenfield toman más de 1 año para entrar en operación),
- El proceso de construcción crea un compromiso de largo plazo del negocio en el país.