La creciente figura de los subagentes bancarios

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En República Dominicana, uno de los principales objetivos de las entidades regulatorias del sistema financiero como el Banco Central de la República Dominicana (BCRD) y la Superintendencia de Bancos (SIB) es mejorar la inclusión financiera del país. Para ello, las instituciones financieras, de conjunto con el regulador, deben de enfocarse en aumentar la confianza de los individuos en las mismas; atrayendo incluso a muchos dominicanos que desconfían en el sistema financiero y que, por lo tanto, no tienen ningún contacto económico con el mismo. Muchas de estas entidades financieras también se han enfocado en proliferar los servicios que ofrecen, en la misma medida que los entes reguladores se encargan de proteger y regular dicha expansión. Atendiendo a este tipo de medidas y/o regulaciones, se destaca la Reforma de Subagentes Bancarios.

Dicha reforma, crea a los subagentes bancarios, que son establecimientos comerciales (generalmente pequeños como farmacias, gimnasios, colmados, ferreterías, entre otros) a través de los cuales se prestan algunos servicios financieros, que favorecen aquellos sectores que cuentan con poca o ninguna presencia de entidades financieras. Con la implementación de esta figura financiera, se logra proliferar los servicios financieros a bajos costos, ya que no se incurre en los gastos que implica crear y mantener una sucursal bancaria.

Para el tercer trimestre del 2016 existían 3,987 subagentes bancarios, con un crecimiento interanual en su cantidad del 43.1%. A la fecha, dichos subagentes registraron un monto transado de RD$1,250 millones con una variación interanual de 109.6%. En este mismo ámbito, la cantidad de transacciones manejadas tuvo un crecimiento similar con 106.7%, lo que equivale a 547,754 transacciones en Q3-2016. Dicho incremento en la cantidad de transacciones, al ser más significativo que el generado por el monto transado en el trimestre anterior (Q2-2016) ha generado una ralentización en el monto transado promedio, que se ubicó en RD$2,282 por transacción, con una variación interanual de 1.43% y trimestral de -31.3%.

Desglosado por provincias, el Distrito Nacional es el que maneja un mayor monto transado con RD$297 millones, seguido de Santo Domingo con RD$264 millones. En cuanto a la cantidad de transacciones, Santo Domingo tiene 143,563, mientras que el Distrito Nacional tiene 94,918. Dicho comportamiento podría ser explicado por el hecho de que provincias con una menor inclusión financiera, -como es el caso de Santo Domingo cuando le comparamos con el Distrito Nacional-podrían tener un mayor volumen de transacciones con los subagente bancarios que las provincias con mucha actividad financiera. Sin embargo, en cuanto al monto transado, es de esperar que el Distrito Nacional mantenga un mayor monto que otras provincias, independientemente de si es con el uso de subagentes bancarios o si es con las demás entidades financieras, dado que existe un mayor flujo de personas que se manejan con mayor frecuencia en el sistema financiero.

Cabe destacar que, La Altagracia es la provincia con el mayor monto transado promedio con RD$5,042, producto de un monto transado significativamente más elevado que el número de transacciones que se realizan en la provincia; a diferencia de otras provincias que, si bien manejan un monto similar de transacciones, el monto transado no es tan elevado.

Por otro lado, recordando que, la primera institución en implementar una red de subagentes bancarios fue el Banco Popular en 2014, al visualizar la distribución de los subagentes por institución bancaria, se nota que Banreservas ha venido ganado participación, obteniendo a la fecha el 34.3% del total de subagentes por institución, seguido de Banco Popular con 32.9% y BHD-León con 10.6%.

A medida que se logre la expansión de dicha figura (apoyando a las entidades financieras a usar este recurso) y que se incremente la confianza de los individuos en el sector financiero, República Dominicana se acercará a una mayor inclusión financiera y, por ende, al crecimiento económico.