Un país se especializará en el desarrollo de aquella actividad económica para la que posee una ventaja comparativa, y negociará con otros países para obtener aquellos productos o servicios para los cuales no posee dicha ventaja, logrando así un beneficio para ambas partes.
Wassily Leontief fue un economista ruso-americano que analizó el funcionamiento de los flujos de comercio internacionales con la finalidad de estudiar la estructura básica de comercio entre Estados Unidos y los demás países. Un estudio por Edward Leamer y David de Matías, donde se amplía esta teoría, plantea que los países más desarrollados exportan bienes y servicios que son intensivos en capital, es decir, que utilizan más capital que trabajo para ser producidos. En cambio, los países menos desarrollados exportan bienes que son intensivos en mano de obra, es decir, que se utiliza más mano de obra que capital en su producción.
En este análisis se utilizó la matriz de insumos estadounidense para observar el efecto que tiene un cambio en la producción de un sector sobre el producto de los demás sectores. Para esto se mostró la cantidad de capital y trabajo necesaria para producir un millón de dólares en vehículos de motor y realizó una comparación con la cantidad de capital y trabajo utilizado para producir un millón de dólares en exportaciones e importaciones. Los resultados arrojaron que las exportaciones de Estados Unidos contenían menos capital y más trabajo, lo que indica que para producir estos bienes es más importante la preparación del personal que el capital utilizado.
Leontief encontró que, en contraste con la teoría, los países más desarrollados, como es el caso de Estados Unidos, producen bienes y servicios que utilizan más mano de obra que capital, a lo que se conoce como Paradoja de Leontief. La lógica detrás del análisis es que estos países suelen invertir más en la capacitación profesional, dígase, en su capital humano y como resultado sus profesionales se encontrarán más preparados que los de otros países. Los menos desarrollados, por otro lado, regularmente tienen profesionales menos experimentados o educados, por lo que los bienes que comercializan con otros países pueden estar más focalizados al capital y no a la mano de obra.