Las
remesas son fuentes de dinero que reciben las familias desde el exterior. Estrictamente, son definidas por el
Fondo Monetario Internacional (FMI) como los ingresos de los hogares provenientes de economías extranjeras generados principalmente por la migración provisoria o permanente de personas a esas economías. En el caso de
República Dominicana, estas han sido un elemento clave en los patrones de vida de los estratos más vulnerables de la sociedad.
Dentro de la clasificación de remesas, los organismos internacionales distinguen las remesas personales como las transferencias corrientes y de capital en efectivo o en especie entre hogares residentes y hogares no residentes.
En muchos países las remesas pueden tener una influencia muy importante en la pobreza. En el caso dominicana estas ascendieron a US$5.9 mil millones en 2017, superando la
inversión extranjera directa.
Las remesas se manifiestan generalmente a través de envíos de dinero que hacen familiares emigrantes al resto de su familia. La migración dominicana por motivo laboral explica parcialmente el auge que han adquirido estas entradas monetarias al país, sin embargo, no son el único factor que las explica. Las tradiciones dominicanas son elementos clave que ayudan a explicar el comportamiento de las remesas.
Al finalizar 2017, República Dominicana ocupaba el lugar número 38 de un ranking de 218 países en la recepción de remesas como porcentaje del
Producto Interno Bruto (PIB), precedidos de naciones con igual o menor clasificación social.
Es evidente que las remesas dominicanas provienen principalmente de los
Estados Unidos y de
España, destinos migratorios principales de los trabajadores dominicanos. Por igual destaca que los destinatarios son principalmente de género femenino.
En una economía pequeña como la dominicana, una donación o transferencia equivalente al 8%, es indudablemente una variable importante para la economía que se debe considerar incluso en análisis de tipo de cambio. Conocer más a fondo este concepto y dar seguimiento al comportamiento de esta variable es clave al momento de evaluar los retos y oportunidades a los que las empresas y los individuos se enfrentan.