La desigualdad económica

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El décimo objetivo de la Organización de las Naciones Unidas para garantizar el desarrollo sostenible implica reducir la desigualdad en y entre países. Un aspecto vital del objetivo ronda alrededor de lo económico. Los altos niveles de desigualdad económica en muchos países son un problema latente para cada uno de estos. Ahora bien, ¿qué explícitamente abarca el concepto de desigualdad económica?


Pongamos en comparación dos sociedades formadas cada una por dos individuos. En la primera, sus individuos poseen $300 cada uno, mientras que en la segunda poseen $500 y $200. Si bien en la segunda sociedad está el individuo con más dinero, la primera es una sociedad más económicamente igualitaria, ya que el margen entre sus posesiones monetarias es menor.


En términos generales, la desigualdad económica hace referencia a la disparidad en la distribución económica en la sociedad. Mientras mayor es la disparidad entre las personas, mayor es la desigualdad económica.


Para medir la desigualdad entre países no se observa únicamente el nivel agregado de riqueza de cada nación, sino la forma en la que esta riqueza total se distribuye entre sus habitantes.  Una de las medidas más utilizadas para medir esta distribución es el coeficiente de Gini, que da un porcentaje de desigualdad del 1 al 100, siendo el 100% el mayor grado de desigualdad, es decir, una sociedad donde un individuo tiene todo y el resto no tiene nada.


La medida de este índice se ha hecho indispensable por parte de los organismos multilaterales como la Organización de la Naciones Unidas (ONU) para llevar a cabo estudios sobre el desarrollo humano y la equidad entre países, en particular los subdesarrollados.


El coeficiente de Gini registrado en 2012 para República Dominicana fue de un 45.68%, mayor que el de países como Argentina y Perú, pero menor que de Ecuador, Bolivia y México. Esto implica que en nuestro país se encuentra en el umbral de la desigualdad. Alcanzar una mayor igualdad implicaría una mejoría en sentido general de la calidad de vida del ciudadano promedio, algo que es imperativo para nuestras sociedades.