Las
reservas internacionales han aumentado su protagonismo en los últimos meses gracias a su capacidad de estabilización financiera ante la crisis de COVID-19 en el país. El Banco Central, a través de la inyección de monedas extranjeras en la economía ha buscado controlar la depreciación del tipo de cambio que se ha acelerado significativamente este año.
¿Pero, para qué se utilizan?Las reservas internacionales son definidas por el
Fondo Monetario Internacional (FMI) como recursos monetarios externos que se pueden disponer de forma inmediata y que están bajo el control de la autoridad monetaria. El objetivo principal de contar con estas reservas es dar estabilidad al poder adquisitivo de la moneda nacional. Los
Bancos Centrales buscan almacenar reservas internacionales equivalentes a 3-4 meses de importación, dotando al país de una mayor capacidad para comprar en los mercados internacionales, sin embargo, no se fija un tope para los niveles de reservas. Estas son un seguro ante desequilibrios macroeconómicos.
En ese sentido, las reservas internacionales se utilizan en los siguientes escenarios:
- Para financiar los desequilibrios de la balanza de pagos, compensando la diferencia entre ingresos y salidas de capital al exterior.
- Regular indirectamente desequilibrios interviniendo en el mercado cambiario, a través de la inyección de moneda extranjera en la economía.
- Para los pagos de la deuda externa.
- Para mantener la confianza de que el gobierno tiene recursos para hacer frente a sus obligaciones.
Estos activos internacionales son
dólares en su mayoría por ser la moneda más liquida, no obstante, se acumulan otras monedas como el
euro e incluso otros activos como el
oro.
En general, mantener un buen nivel de reservas es indispensable para controlar los desequilibrios económicos.