Es evidente que el gasto del
gobierno dominicano aumenta considerablemente al cierre de año fiscal, ¿será que las estadísticas reflejan que en el Estado se intenta agotar la totalidad del presupuesto restante al final año? O ¿podría haber algún tema estadístico involucrado?
Parecería un hábito contraproducente, ya que el hecho de que sobren asignaciones presupuestarias al cierre de año indica que, primero, el ejercicio de elaborar presupuesto pudo ser mejor, y segundo, que sería posible cerrar con un déficit menor. Sin embargo, persiste la práctica de duplicar o triplicar el gasto mensual promedio del gobierno en diciembre respecto al registro de enero-noviembre.
Durante el 2017, según las estadísticas de la
Dirección General de Presupuesto (DIGEPRES), el gasto mensual promedio estructural (que excluye el gasto extraordinario en calamidades), promedió RD$46 mil millones durante enero-noviembre, mientras que en diciembre el gasto ascendió a RD$114 mil millones, casi dos y media veces más que el promedio de los meses anteriores.
Se pensaría que la necesidad de pagar el doble sueldo de diciembre tiene una incidencia significativa en la aceleración del
gasto público en el último mes, y esto es parcialmente cierto; no obstante, este gasto debe ser asentando todos los meses según el
método contable de lo devengado, lo que hace más intrigante por qué existe un aumento del gasto promedio mensual en remuneraciones desde RD$13 mil millones durante enero-noviembre 2017 a RD$23 mil millones en diciembre del mismo año. Aun así, este aumento sólo explica el 15% del aumento del gasto total de diciembre sobre el promedio mensual del año 2017.
Si no fue el gasto en sueldos,
¿qué explicó el marcado aumento del gasto en diciembre de 2017 con respecto al resto del año? Con la visión funcional del gasto se pueden identificar dos destinos clave en el gasto de capital que ayudan a responder esta pregunta.
- En diciembre se realizaron gastos asociados al sector eléctrico ascendentes a RD$28 mil millones ─alrededor de once veces más que lo que se gastó en esta partida en promedio durante el resto de 2017─; esta variación explica el notorio incremento de las transferencias de capital al sector público. Aquí solamente se puede hacer eco a la recomendación repetida cada año por el Fondo Monetario Internacional (FMI), junto a la de la mayoría de los economistas del país: trabajar el déficit estructural del sector eléctrico es una necesidad imperante para rescatar las finanzas públicas dominicanas.
- La inversión pública, descontada de las transferencias de capital, promedió RD$3.5 mil millones mensuales durante el periodo enero-noviembre 2017, y en diciembre ascendió a RD$14 mil millones ─cuatro veces más que el promedio del año anterior─. Aquí sí hay mucha tela por donde cortar. Se puede identificar, a través de las estadísticas de inversión por proyecto que publica el Ministerio de Hacienda, que el aumento responde a una diversidad de proyectos, lo que revela una falta de control en la gestión del gasto.
¿Por qué tantos proyectos de inversión necesitaban que se devengara la mayoría del gasto en diciembre, y no durante el año? ¿Esto responde a una necesidad operativa real? ¿O es que tenemos que revisar el sistema de estadísticas del gasto público? La realidad es que, estas preguntas no son sencillas de responder, pero discutirlas es esencial. La necesidad de hacer inversiones reales en el país que impulsen la productividad, los salarios reales y el crecimiento de largo plazo es evidente pero esta confusión en la ejecución de los proyectos de inversión hace difícil discernir qué es lo esencial.