Existe evidencia de que la capacidad actual de generar y acumular divisas en República Dominicana es alta, pero que aún resta un potencial importante por explotar. Esto es especialmente importante porque el acervo (capital acumulado) de moneda extranjera de un país es un elemento esencial para garantizar la estabilidad macroeconómica.
Se conocen cuatro fuentes importantes de
divisas en
República Dominicana:
remesas,
exportaciones,
turismo e
inversión extranjera directa. Los últimos datos publicados por el
Banco Central sobre los resultados de la economía en el período enero-septiembre 2017 arrojan que solo dos de estas cuatro fuentes sostienen un crecimiento importante. Las remesas familiares crecen a una alta tasa de 13.4% interanual y el turismo 7.7%, pero la inversión extranjera directa crece solo 2.5%, las exportaciones nacionales 3.4% y las exportaciones de zonas francas 2.4%.
El crecimiento desacelerado de los ingresos de divisas en República Dominicana se ha evidenciado en la capacidad de acumular
reservas internacionales. En contraste con el 2016, en que las reservas netas crecieron en US$852 millones (16.4%), se espera que este 2017 cierre con un crecimiento alrededor de apenas US$260 millones (4.3%). En miras de mantener reservas equivalentes a tres meses de importaciones, que es una de las mejores prácticas recomendadas por los organismos internacionales, es imperante lograr un crecimiento más acelerado del acervo de divisas. Esto no solamente ayuda internamente a la economía dominicana, sino que también ayuda al Estado a obtener mejores rendimientos en sus colocaciones de bonos soberanos en los mercados internacionales.
La desaceleración de las exportaciones de zonas francas y el bajo crecimiento de la inversión extranjera directa en República Dominicana guardan una relación estrecha. En la medida que se logra una mayor inserción de capitales extranjeros en el sector exportador de
zonas francas, el país se beneficia doblemente a través de la primera entrada de divisas (inversión) y de las posteriores entradas por la venta de productos (exportaciones). La ampliación de la participación de
Ambev en la
Cervecería Nacional Dominicana (CND) hasta 85%, pagando casi mil millones de dólares, es evidencia contundente de que República Dominicana sí tiene las condiciones necesarias para atraer grandes inversiones del exterior.
Recientemente la representante del
Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en República Dominicana reveló que sus estimaciones arrojan que el país apenas alcanza el 40% de su potencial exportador, y que este puede ampliarse si se atacan debilidades claves de la estructura económica del país, como el costo del transporte, la energía y la logística.
El gobierno tiene un rol importante que jugar aquí para garantizar las reformas necesarias para lograr estos avances. En agregado, se debe vigilar el panorama internacional para evitar ser sorprendidos por decisiones de potencias extranjeras. Por ejemplo,
Pavel Isa recientemente identificó en un
trabajo de investigación que el
Tratado Trans-Pacífico (TPP) amenaza específicamente las exportaciones de confecciones textiles, productos plásticos, joyas y calzados; este tipo de investigaciones son buenos puntos de partida para encontrar industrias en necesidad de apoyo focalizado desde los hacedores de políticas públicas.
La necesidad de impulsar iniciativas públicas y privadas que impulsen el crecimiento de los ingresos de divisas sigue siendo un tema que no puede dejarse caer de la palestra.