A nivel internacional, los inversionistas se enfrentan constantemente a una elección respecto al destino de sus inversiones. Tratando de conseguir rendimientos más atractivos, deben asumir niveles de riesgo más altos.
El banco de inversión norteamericano, JP Morgan, determina la diferencia entre la tasa ofrecida por los títulos y préstamos de deuda fiscal o cuasi fiscal denominados en dólares, emitidos por el tesoro de Estados Unidos (considerados como libre de riesgo) respecto a la tasa ofrecida por instrumentos similares de otros países.
La diferencia (spread) arrojada de este cálculo determina un nivel de riesgo asociado al invertir en dicho país: este indicador es conocido como el “emerging market bond index” (EMBI).