Luego de registrar un repunte de la actividad económica en 2021, la economía global inicia su proceso de desaceleración en la segunda mitad de 2022. Con fines de combatir las tasas de inflación más elevadas de los últimos 40 años, las autoridades monetarias a nivel global aumentan de manera sostenida sus tasas de interés de referencia. Esto puede llevar a una potencial recesión económica… pero ¿qué significa esto exactamente?
Puede definirse como un período de desaceleración o caída de la actividad económica, que popularmente se identifica mediante una caída de dos trimestres consecutivos del Producto Interno Bruto (PIB) Real. No obstante, fenómenos como incrementos de la tasa de interés, de la tasa de morosidad y de precios internacionales, así como una reducción del empleo, del consumo privado, del ahorro y del crecimiento esperado de principales socios comerciales, también son señales de recesión sin necesariamente haberse materializado en un crecimiento negativo en las estadísticas oficiales del PIB.
Debido a esto, el Bureau Nacional de Investigación Económica de Estados Unidos (NBER, por sus siglas en inglés) define una recesión económica como la etapa dentro del ciclo económico que ocurre luego de un período de expansión y que anticipa una depresión económica, y que mantiene una duración menor a un año.
En el caso doméstico, la economía dominicana reflejó un crecimiento real de 5.6% durante el primer semestre de 2022. Sin embargo, la desaceleración de crecimiento interanual empleo doméstico privado (1.3% a junio 2022 vs promedio histórico de 2.7%), la esperada desaceleración del crecimiento estadounidense (estimado de Reserva Federal para 2022 pasó de 2.8% a 1.7%), las perspectivas de incrementos acumulados de las tasas de interés para cierres de 2022 (+340 puntos básicos (pbs) en Estados Unidos y +500 pbs en República Dominicana), continúan incrementando las probabilidades de que se desarrolle una recesión económica.
La identificación y gestión por parte de las autoridades de estos riesgos será fundamental para suavizar los ciclos económicos y generar los impulsos económicos adecuados.