El problema del polizón o free rider hace referencia a una teoría económica donde un individuo se beneficia de un bien o servicio, pero evita pagar por él. A partir de situaciones donde una externalidad positiva no es excluible a otros, produciendo beneficios a personas que no están relacionadas con la acción se produce la teoría del polizón.
Este problema económico surge en 1965 a partir de los estudios de Mancur Olson en su obra “La lógica de la acción colectiva: bienes públicos y la teoría de grupos”.
Los polizontes también son conocidos como consumidores parásitos, donde los gobiernos, para prevenir el uso excesivo de estos recursos, tratan de frenar estos tipos de consumidores mediante normas fiscales y reglamentos. Los bienes y servicios que están sujetos a los polizontes pueden ser tanto públicos como privados y se caracterizan porque no hay rivalidad de consumo y dificultad de excluir el aprovechamiento de otros individuos.
Los bienes públicos en mayor medida están expuestos a este tipo de consumidores; los parques y la seguridad nacional son servicios que los polizontes se niegan a pagar, pero los consumen dada la imposibilidad de exclusión.
No en todas las sociedades un polizonte es considerado como negativo, ya que es un comportamiento muy común y extendido, dando paso a la disyuntiva sobre si la falta de contribución de un individuo no supondrá una diferencia sustancial para el bien público. Sin embargo, la mayoría de los gobiernos tratan de minimizar a estos consumidores en la medida de lo posible, debido a que si nadie pagara por esos bienes o servicios entonces no existirían los bienes públicos.