Señales de alerta en la deuda de los hogares dominicanos

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La carga financiera de los hogares es una variable que tiene que vigilarse con mucho detenimiento a la hora de formar expectativas sobre el comportamiento de los consumidores. Al caso de República Dominicana, es especialmente importante prestarle atención, ya que es razonable esperar que suba de manera más acelerada en el futuro próximo.

Estimar la carga financiera de los hogares es una tarea que requiere de diferentes insumos. Primero, es necesario calcular la masa salarial total mensual de los hogares dominicanos. A través de las encuestas de trabajo del Banco Central de la República Dominicana (BCRD) se puede construir una estimación de la masa salarial a partir de las horas trabajadas, el ingreso por hora promedio y la cantidad de ocupados ─que fueron en 2017 igual a 41.1 horas semanales, RD$99.28 por hora en ingresos y 4.35 millones de ocupados respectivamente─, lo que resulta en una masa salarial de RD$76.3 mil millones al mes.

A partir de los datos de la Superintendencia de Bancos (SIB) se puede construir una serie de pagos de intereses mensuales promedio por concepto de préstamos hipotecarios y de consumo, que para el cierre de 2017 ascendía a RD$7.2 mil millones, equivalente al 9.4% de la masa salarial estimada. Medida de esta manera, la carga financiera de los hogares no ha aumentado mucho históricamente. Desde 2006 ─año en que la carga era igual a 7.5%─ apenas ha incrementado menos de 2%.

Para entender la invariabilidad de la carga financiera a la fecha, desde un período en que la deuda de las familias aumentó casi dos veces y media más que la masa salarial, se hace necesario analizar el segundo componente del pago de intereses: la tasa de interés.

Desde 2006 la tasa de interés promedio ponderada de los préstamos de consumo e hipotecarios ha disminuido desde 29% a 20%, una reducción de casi un tercio. La reducción de la tasa de interés promedio responde, principalmente, a un control efectivo y oportuno de la inflación en el país, especialmente después del año 2012, en que el BCRD adoptó un esquema de metas de inflación.

La baja relativamente constante de la tasa de interés promedio de la cartera de préstamos de los hogares, sin embargo, podría ser un fenómeno único en la historia financiera dominicana. La inflación comienza a repuntar y el futuro habla de aumentos graduales de las tasas de política monetaria internacionales, lo que empujaría al alza las tasas de interés en el país.

Es por esto por lo que vigilar el nivel de endeudamiento de los hogares es tan importante, ya que es posible verse rápidamente en una situación de sobreendeudamiento, reflejada a través de un aumento de la morosidad (lo que perjudicaría los estados de resultados de la banca privada de manera marcada). A este análisis habría que agregar el hecho de que las estadísticas de la SIB no muestran el endeudamiento total de los hogares, ya que no contiene información sobre el mercado informal al que acuden con frecuencia los hogares no bancarizados a tasas significativamente más altas que en el mercado formal.

Repensar las políticas de impulso al crédito, que en los últimos años se han enfocado mucho al consumo, es crucial para asegurar la sostenibilidad de la deuda privada en República Dominicana.